Un fin de semana en una de las ciudades más cosmopolitas de Europa no tiene precio, una ciudad que nunca duerme en la que millones de personas tienen un estilo diferente, en el que te sientas media hora a pensar tu próximo destino y pasan delante de ti una «Lolita» , un punk, un ejecutivo y el grupo de mujeres que se dirigen juntas de compras discutiendo qué se van a poner para la fiesta de ese fin de semana.
Nos han invitado a ver en el Stamford Bridge, la casa del Chelsea, un partido de primera, Chelsea-Arsenal, no es mi afición pero he de confesar que ver un evento así en directo impresiona, sobre todos cuando sabes que justo después te vas a poder tomar un café en el exclusivo Chelsea Club donde los familiares de los jugadores y miembros disfrutan de un momento de relax tras la emoción del partido. El momento mejora cuando vemos aparecer por la puerta al mismísimo Fernando Torres! Nos llevamos a casa su autógrafo, valió la pena el día de fútbol!
Volvemos al centro, toca tiendas y compras! Primera parada Covent Garden, un antiguo mercado de frutas y verduras que se ha convertido en un lugar obligatorio de visita para recorrer todas las tiendas de los alrededores, entre ellas la tienda Apple, H&M y Banana Republic, terminamos comiendo una hamburguesa a gusto del consumidor en Byron (www.byronhamburgers.com)
Seguimos en la Picadilly line, pasamos por Picadilly Circus, aún esta el musical de Queen, WE Will Rock! y seguimos con la visita más que obligada en Londres, Oxford Street, una calle entera de tiendas, mi lugar preferido, Selfridges, unos almacenes de lujo, no hay firma que no puedas encontrar aquí, ya sea de moda, belleza y hogar, mi rincón favorito, la tienda de Christian Louboutin, evidentemente no puedes irte sin comprar y llevarte una de sus bolsas amarillas! Y si puedes acudir en estas fechas podrás ver sus preciosos escaparates inspirados en una White Christmas.
Pero toca volver a la realidad y volver a casa aunque me alegra pensar que queda menos para mi próxima visita!