El segundo trimestre fue el más activo, tienes más energía. Sabes ya si es niño o niña y comienzas con las compras más importantes para el bebé, pero también comienzas a darte cuenta que tu barriguita va creciendo y que empiezas a necesitar ropa más ancha. Toda una odisea, porque como mamá primeriza todo es ¡totalmente nuevo!
Por lo que a mi respecta, fue una parte del embarazo que, a diferencia de lo que me decía la gente, tuve bastantes molestias en la barriga, tuve bastantes calambres y pinchazos que a priori siempre piensas lo peor y luego mi ginecóloga me calmó diciendo que era de lo más normal ya que el útero va creciendo y tanto la piel como los músculos van estirando, siempre que no tengas sangrado, ni fiebre, en cuyo caso debes acudir de inmediato al médico.
Para aliviar las molestias y tonificar el suelo pélvico comencé con clases de Pilates, a parte de relajarte te ayuda bastante con los calambres que puedas tener. Si vives en Vigo como yo, te aconsejo la Escuela Zenyin, las clases son reducidas y Teresa, la profesora, te ayuda muchísimo con los ejercicios.
Es el momento crucial, si no has comenzado ya, de hidratar bien la piel tanto de la barriga, pechos como la de los muslos para evitar estrías y además ayudar a que la piel siga estando tersa, tonificada y suave (en la categoría de Belleza encontrarás consejos de cremas).
En esta estapa tienes otra de las grandes pruebas del embarazo: la eco de las 20 semanas. En ella vimos que nuestra pequeña se desarrollaba perfectamente y pudimos ver todos sus órganos, un paso más que te hace estar más tranquila.
¿Y lo mejor de este trimestre? ¡Comienzas a sentir los movimientos y las pataditas de tu bebé!
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